PERDIDOS EN BANGLADESH - DÍA 20
TAN INCOMPRENSIBLE COMO REAL
Mauricio Jacob (Argentina)
Cuenta Reinaldo Verdhana
en sus crónicas de viajes por el mundo que existía un país entre centenares de
países cuyos habitantes padecían miserias entre miserias, hasta que un ser de
luz con tan solo 90 minutos de su vida les devolvió el sentido por vivir. Exagerado
o no, incomprensible o no, irracional o no, la lógica se hace añicos para comprender
aquello.
Cuenta Reinaldo Verdhana
que esa nación perdida entre otras naciones, clamaba por ese ser fantástico
nacido a miles de miles de kilómetros de esa tierra. Habla que con apenas un
insignificante elemento esférico cautivaba a la población, también da cuenta
que con una capa celeste y blanca sacudía a la multitud con un ritmo tan
encantador como pasional.
Cuenta Reinaldo Verdhana
en sus crónicas de viajes por el universo que aquellos seres perdidos en
Bangladesh irradiaban amor por ese ser celestial y colosal. Un amor tan extraño
como fascinante. A pesar de tener una diminuta estatura, su imagen se levantaba
inmensa y fabulosa. Surcando campos verdes bajo los cantos de miles de banderas
a tono con su capa, dibujaba movimientos grandiosos e irrepetibles.
Cuenta también el amigo
Reinaldo Verdhana que las hazañas de ese muchachito de lejanos territorios,
eran para estos pobladores una hazaña propia; su felicidad era la de ellos; sus
conquistas resultaban propias y movilizaban multitudes alborozadas; sus goles, el
grito al firmamento; su gloria, la maravilla eterna. Tan irreal como cierto;
tan increíble como verdadero, tan esotérico como real.
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