ZURDO - DÍA 7
DICEN
Stefani
Sacchi (Argentina)
Dicen
que su padrino le regaló la primera pelota. Él ya las conocía por sus hermanos
mayores. Y las miraba con más adoración que a sus colaterales.
Dicen
que su padre le compró el primer par de botines. Los más pequeños que que
consiguió en la casa de deportes del pueblo y aún así tuvo que ponerle un poco
de algodón en las puntas para que los pudiera usar.
Dicen
que su madre con aguja e hilo en mano acortó
un poco la camiseta verde del club infantil Porvenir para que no se
tropezara con ella en el primer partido.
Dicen
que si no hacía él el pan y queso, el primero que tenía la oportunidad lo
elegía para su equipo en las clases de educación física.
Dicen
que los niños en la plaza recibieron goles de una zurda magnífica al jugar entre medio de los bancos y las
plantas.
Dicen
que sus sobrinos no atajaron ni un penal realizado en el pasillo de entrada a
la casa mientras él practicaba.
Dicen
que el club local ganó el campeonato de inferiores gracias a él.
Dicen
que cuando se fue a probar a Instituto, no les gustó que llevará puesta la
camiseta de Boca pero eso se podía solucionar. Era un zurdo para no dejar
escapar.
Dicen
que miró fútbol desde la cuna. Qué también lo heredó de su padre que fue bueno
en la zona que habitaba y jugaba de manera amateur.
Dicen
que la pasó tan bien como mal para llegar a su debut como profesional. Que
perdió un montón y le puso mucha garra y corazón.
Dicen
que cuando le ofrecieron saltar el charco hizo un llamado al cielo y en
cuestión de segundos confirmó.
Dicen
que nunca imaginó que clubes europeos lo recibirían y acobijarían con tanto
amor.
Dicen
que como todos los pibitos dijo alguna vez que su sueño también era jugar un mundial.
Dicen
que no solo tuvo la suerte de participar de una copa del mundo, sino que va por
la segunda en Qatar.
Dicen
que podría hacer la dupla más hermosa con Messi y que ya se va a dar.
Dicen
que es argentino nacido en Laguna Larga. Dicen que su nombre completo es Paulo
Ezequiel Dybala. Que lo apodan “la joya’’ y no va a parar hasta que todos los
mortales lo vean brillar, en cada partido, un poquito más.
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