FIN DEL MUNDO - DÍA 23

El fin del Mundo

Daniel Reinoso (Argentina)


El fin del mundo es el tema predilecto de casi todas las grandes religiones, y en cada una de ellas hay una teoría diferente como será ese final. La más común es la de los cuatro jinetes del apocalipsis y lo que representa cada uno de ellos. De acuerdo con algunas interpretaciones, son símbolos de Conquista, Guerra, Hambre y Muerte.

El primer jinete viaja en un caballo blanco y será el responsable de declarar la guerra; el segundo, montado en un caballo rojo, traerá miles de muertes. El tercer jinete, montado en caballo negro, esparcirá el hambre entre los sobrevivientes de la oleada de muerte del segundo jinete; finalmente, el último jinete con su caballo morado terminará con el resto de la población.

Fuera de lo catastrófico y cuando los juegos de palabras confunden, El “Fin del Mundo” o la “Final del Mundo”. El tío Gumersindo hablando de los extremos de la vida, usaba una: “La Gloria o Devoto” expresiones muy nuestras donde no hay un termino medio, extremo a extremo.

¿Perder una final de un mundial puede compararse con el fin del mundo? Definitivamente no, porque son cosas totalmente diferentes, aunque la idiosincrasia de un país apasionado por el futbol como es el argentino, donde un partido de futbol se sobredimensiona exponencialmente, Si.

Sobre todo, con la expectativa que se había generado en el entorno de este equipo. “Campeón o el fin del mundo”.

El partido entre Francia – Argentina no tuvo nada que envidiarle a un guion de alguna película de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso. En las tres horas que duró el encuentro, el guion era el terror, con escenas dignas de Freddy Krueger que deparaba en cada minuto de juego.

Para los franceses era tal la confianza de conquistar la tercera, en Francia, horas previas al partido se había comercializado la camiseta con las tres estrellas estampadas en el escudo. Soberbia.

Argentina empezó el partido con el dominio total de las acciones, así llegaron los dos goles que le daban una diferencia tranquilizadora para ganar el partido.

Gloria para Argentina y drama para los galos. Los blues abajo en el marcador y en el juego, sumado a esto, una falta de actitud llamativa.

En el futbol como en la vida, la frase “El diablo metió la cola” tuvo vigencia hoy mas que nunca. En pocos minutos dos goles de Mbappe, el primero de penal puso el empate en el partido. La gloria cambio de camiseta, para Argentina era el fin del mundo.

La obra que se había iniciado con el genero de suspenso mutó a terror. Este quedó en evidencia en el tiempo suplementario. Los cambios introducidos por el técnico francés Didier Deschamps, se asemejaban con alegoría a los jinetes de la apocalipsis por la forma en que atacaban e intentaban destruir las ilusiones argentinas.

El tiempo extra terminó empatado, pero con escenas de alto contenido de pánico, donde el arquero argentino fue mas diablo que el mismo diablo, le impidió a uno de los “jinetes” galo ganar la copa cuando le sacó un gol cantado. El arquero salvó al país del fin del mundo. Si entraba esa pelota la copa quedaba en Europa.

Metafóricamente hoy vivimos una final del mundo que se asemejaba al fin del mundo.


Comentarios