"NARANJAS" - DÍA 18
MATEO
Gustavo
Grosso (Argentina)
37 1"Muchos
vendrán en mi nombre diciendo: Yo soy el Diego, y engañarán. Se levantarán
falsos Diego y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para
así engañar, de ser posible, aun a los escogidos". Dijo Diego algunos
siglos antes del Mundial de Qatar, rincón del desierto que alguna vez se
convertiría en una monarquía dueña de estadios refrigerados, clubes franceses y
derechos de las mujeres. 2Aquella prédica, Diego la pronunció
miestra flotaba en la salinidad del Mar Muerto, presagiando un tiempo de
humillaciones y vulgaridades. Y así, los falsos parodiadores del creador de la
pelota y del potrero, intentaron recorrer el camino del creador, ascender a su
cumbre, pivotear el éxito y la fama. "Y debido al aumento de la iniquidad,
el amor de muchos se enfriará", escribió el profeta Mateo, escuchador de
las verdades del diez, encumbrado en una colina de la que casi no pudo después
descender, a causa de la lumbalgia avanzada. "Y este evangelio del reino
de Diego se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y
entonces vendrá el fin", sentenció. 3Y los azahares de las
naranjas mecánicas marchitaron irremediablemente, y la temperatura ambiente
superó los 40 grados a la sombra justo a la hora del partido por cuartos de
final, y un dibujo fue el ángel de los perdedores, y un pelotazo estalló en la
cara del ruin que se exponía. Y todo fue hipocresía, traición y engaño,
miseria. 4Y las nubes presagiaban el otro diluvio universal.
38 1Un axioma de
Diego alcanzó para volver de la tragedia. "Y de la higuera aprended la
parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el
verano está cerca". El verano había llegado a las calles de Fiorito, a los
clubes de barrio, a las fronteras con Bolivia. A Tilcara, a Ñorquinco. Los
folletos del evangelio según Diego habían atravesado las estructuras más
recónditas, la verdad había llegado aquí allá y a todas partes. El fuego en el
cielo anunciaba que algo habría de suceder; la luz iluminó: frente a Van Dijk
es a la derecha y cuando patee Berghuis, a la izquierda. Dicho está, los falsos
Diegos sólo pueden realizar algunas maravillas sencillas y predican falacias
que, en la ingratitud de un domingo a la mañana en misa de ocho, parecen
verdaderas. 2Pero que en realidad son falsas, para engañar a la
gente. La luminosidad del pastor llegará en los momentos de guerra campal, de
hambre de gloria y de terremotos inminentes. Y así, los bobos quedaron mirando
el reflejo de las cámaras, las máximas zorreguietas de la vida, entronizadas en
una representación icónica. 3Y fue el cielo, y eso que está aquí,
como alguna vez Diego le dictara al profeta Ricardo. "No os alarméis,
porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se
levantará nación contra nación, y reino contra reino", dijo también el
profeta. 4Y mandó a vivir en el amor y en la ternura, al menos hasta
el partido contra los croatas.
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